De acuerdo a Fusades, en El Salvador la IED neta representó, en los últimos cinco años, un promedio de 14.2 % del PIB; mientras que Centroamérica refleja una tendencia creciente, hasta el 24.2 %.
Niels Ketelhöhn, especialista de Estrategia y Competitividad de Incae, destacó que si bien El Salvador es el país de Centroamérica que menos inversión extranjera atrae, inicialmente debe establecer una agenda de trabajo para retener a los inversionistas ya localizados en el suelo salvadoreño. “El primer punto para establecer una estrategia es definir una meta. La IED en El Salvador, como mínimo para estar a la par de los vecinos, debería ser $1,000 - $1,300 millones, para correr a la misma velocidad. Tenemos que alcanzarlos porque tienen una década que han corrido, y nosotros no”, puntualizó.
El especialista citó que una de las proyecciones más ambiciosas que tiene el Gobierno salvadoreño, respecto a la IED, fue atraer $593 millones para 2016, y $687 millones para 2019. “Esa meta es muy baja”, insistió.
En línea, Pedro Argumedo, del Departamento de Estudios Económicos de Fusades, reiteró que El Salvador sí tiene la capacidad para lograr crecer en IED al nivel de Centroamérica. “Con eso estamos llegando a una inversión arriba del 18 % (PIB), y una tasa de crecimiento de la economía arriba del 5 %, y nos aproximamos a generar 60,000 empleos formales, que es la gran meta como país”, sostuvo.
Buscan países rentables
Felipe Pérez, también especialista del Incae, aseguró que las empresas no se internacionalizan “por ser solidarias”, sino para ser rentables y, por supuesto, no se instalan en países donde los costos de coordinación son más elevados que en el país de origen.
Pérez detalló que de aumentar la IED en países emergentes, como El Salvador, se podría crear más ofertas laborales, se estimula el flujo de impuestos, mejores salario, desarrollo de tecnología y conocimientos. También se genera encadenamiento productivo, competitividad y óptimos estándares de calidad en la vida de la ciudadanía.
Según los especialistas, El Salvador tiene la oportunidad de crecer en su IED si logra adoptar una estrategia económica que permita desarrollar clústers industriales específicos y apostarle invertir el superávit del aeropuerto internacional en su propia infraestructura, además de generar mano de obra altamente calificada.
Para lograr lo anterior, el país debe ser más competitivo y garantizar la estabilidad política, económica, legal y social a nuevos inversionistas, indicaron.
¿Qué debería hacer el país?
Estrategia
Los especialistas del Incae recomendaron al Gobierno adoptar una visión a largo plazo y una estrategia de desarrollo que dé competividad a El Salvador y estabilidad económica.
Inversión
La meta mínima de atracción de Inversión Extranjera Directa (IED) que debería tener El Salvador, en términos netos, es de $1,000 a $1,300 millones anuales, un 18 % del PIB.
Industria
Podría especializarse en cadenas en manufactura, servicios especializados como medicina y mantenimiento aeronáutico, y agricultura moderna de productos perecederos.
Aeropuerto
Según el Incae, el aeropuerto Monseñor Romero es el segundo más competitivo en Centroamérica, por ello tiene la posibilidad de invertir su superávit en sus propias infraestructuras.
Legislación
El Gobierno debe crear condiciones que garanticen a las empresas extranjeras estabilidad en sus inversiones, política, económica y social. También libertad en sus decisiones.
18 % Del PIB
La meta de atraer $1,000 millones en IED significaría elevar de 14.1 % a 18 % su participación en el PIB.
14.1% Del PIB
Actualmente, la IED neta representa el 14.1 % del PIB, la más baja de C.A. y al mismo nivel que Guatemala.
5 % Crecimiento
Fusades señaló que de lograr una IED neta de $1,200 millones, la tasa de crecimiento de la economía sería arriba del 5 %.